sábado, 16 de junio de 2007

El precio*

Por Miguel Ángel Forte**

He sido invitado a participar en el debate, acerca del índice de precios consumidor (IPC) del INDEC a los efectos de, al decir de los organizadores: “aportar conocimientos sobre cómo se construye dicho índice y particularmente sumar voces al debate sobre por qué la sensación de la ciudadanía no se corresponde con las cifras del INDEC”.

Los hechos. De nuestro corresponsal en el INDEC:

Desplazaron a Graciela Bevacqua del Índice de Precios al Consumidor (IPC), al tiempo que desde el gobierno, modificaron la medición del índice del mes de enero. Los puntos de la modificación son dos: turismo y salud. En turismo cambiaron las mediciones del INDEC por las de la Secretaría de Turismo (que dan menos) y no incluyeron los aumentos de las prepagas porque "no están autorizados". Esto, complica la medición de la línea de pobreza y de indigencia y la del IPC nacional (porque al que le llamamos "IPC" a secas es el de Capital y Gran Buenos Aires). Supongo que algunas cosas de las que estarán en juego -en términos económicos- para meter este cambio pueden ser el famoso tema de la espiral inflacionaria y el aumento en el pago de los bonos. Además de que estamos en un año de elecciones. La directora del IPC Graciela Bevacqua no estaba en su puesto por concurso y la desplazaron como corrieron a varios en la historia del INDEC. Pero esta vez, fueron tocadas las metodologías. Desde que empezó el conflicto, tenemos un desfile de candidatos: Castells, la Pelozo, Lozano. Algunos de los compañeros están yendo a hablar con los diputados de la oposición.

¿Qué es el IPC?

El índice de precios al consumidor es un indicador que mide los cambios en el precio de los bienes y servicios consumidos por los hogares de la Capital y el Gran Buenos Aires. Este indicador puede ser usado tanto en el campo macroeconómico como en la actividad comercial y productiva privada. Por lo común se toma como “indicador de inflación”.

El IPC correspondiente a cada mes se da a conocer por el INDEC en el tercer día hábil del mes siguiente. Primero se publica un informe de prensa que incluye además del nivel general subíndices correspondientes a la evolución de los distintos precios y posteriormente se pública con mayor detalle en la revista INDEC Informa.
El conjunto de bienes y servicios cuyos precios se recopilan y utilizan para el cálculo del IPC se denomina “canasta” del índice. La canasta actual se obtuvo a partir de la estimación de la composición del gasto de consumo anual de los hogares de Capital Federal y 24 partidos del Gran Buenos Aires. Los datos fueron provistos por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGH), realizada por el INDEC entre febrero de 1996 y enero de 1997. En éste momento se está procesando un nueva encuesta dado que en el tiempo, los hábitos de consumo cambian y por lo tanto esto afecta sobre el índice de manera diferenciada en relación a los productos y sus ponderaciones.

El IPC del GBA 1999 construido sobre la base de la encuesta señalada divide a la canasta en nueve capítulos, los cuales se abren a su vez en veintiséis divisiones, sesenta y cinco grupos, ciento veintitrés subgrupos y ciento ochenta y dos productos. Como en la práctica no es factible medir todos los precios, en cada uno de los productos de la canasta se incluye solamente una muestra de artículos representativos de considerable tamaño (más de ochocientas variedades).



Ponderación

La importancia relativa de cada uno de los componentes de la canasta se denomina “ponderación” y se calcula en tanto por ciento con respecto al gasto de consumo total de los hogares residentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
La importancia relativa de los componentes de la canasta se denomina “ponderación” y se calcula en tanto por ciento con respecto al gasto de consumo total de los hogares residentes en la Capital Federal y Gran Buenos Aires. Estas ponderaciones se utilizan para otorgar diferente peso a las variaciones de los precios de los bienes y servicios de la canasta. Por ello no incide de igual forma la suba del precio de productos que representan distintas proporciones del gasto de consumo de los hogares. La estructura porcentual de las canastas de los IPC, cambia en el tiempo desde 1924 hasta la última de 1999, ha habido seis modificaciones. Y si por ejemplo en 1933, el peso de los alimentos sobre el precio era del 52,5%, en 1999, el mismo es de 31.3%. En este punto caben algunas reflexiones a partir de las inquietudes planteadas por los organizadores de éste debate. Cuando el sentido común percibe que el índice “no refleja lo que sucede en realidad” es porque no todos los precios tienen el mismo efecto sobre el índice de precios a nivel general. Se trata, el IPC, de un promedio pero además ponderado.

La recolección de los precios

El IPC GBA recoge mensualmente información sobre precios de alrededor de seis mil puntos de venta. Para el año base la muestra para la toma de precios estuvo compuesta por cuarenta y cinco zonas comerciales, ciento treinta y nueve supermercados, cuarenta y cuatro hipermercados y ciento veintisiete áreas de negocios dispersos. En cada punto de venta se miden precios del conjunto de bienes y servicios de la canasta que le han sido asignados. La distribución de la muestra de puntos de venta entre las ochocientas variedades de productos de bienes y servicios de la canasta se realizó teniendo en cuenta su ponderación en el gasto de consumo de la población de referencia y la dispersión de las variaciones de sus precios, observadas durante el año base.
El precio que se toma en cada negocio es el que en ese momento debe pagar el consumidor por una compra al contado de un artículo previamente seleccionado. Para que los datos de precios se consideren válidos, los artículos deben estar disponibles a la venta al momento de preguntar su precio.
Adicionalmente, existe un pequeño grupo de precios que, por causas diversas, no se recopilan mediante el mecanismo de relevamiento en negocios, sino mediante operativos centrales (los precios se obtienen desde la oficina central del índice) consultando cuadros tarifarios o información provista por entes reguladores y otras instituciones, o bien mediante consultas telefónicas.
Periódicamente se actualiza el marco muestral de negocios, se vuelven a calcular los tamaños de la muestra y se realiza su asignación entre las variedades de bienes y servicios de la canasta.

Números y creencias

Si la pregunta generadora del debate es en general, no conozco estudio alguno sobre la percepción de la población sobre el IPC. Pero me atrevo a decir que la intervención directa del poder ejecutivo sobre los criterios utilizados para la determinación del índice, alteran el procedimiento metodológico que como vimos, se puede modificar sobre la base de los cambios que la encuesta de gastos de los hogares detecte, en los hábitos de consumo. En cuanto a la fuente de información, tampoco podría ser cambiada a los efectos de encontrar “el mejor precio de mercado” para llegar al índice deseado, e interrumpir así, además, la serie histórica del índice, porque al cambiar el lugar de información de uno de los precios, hace que el índice de enero sea incomparable. Dicho sea de paso los que informan sobre los precios están amparados bajo la protección de la ley de secreto estadístico. Es decir, el organismo no puede informarle a nadie sobre el origen del dato.
Por otra parte, la credibilidad del INDEC, tema que últimamente se discute en los medios, no ha sido puesta en duda en ningún momento porque si hoy se cambian ideas al respecto es por la intervención del poder político en los criterios de recolección de datos del IPC.

El problema es que es difícil cuando no imposible “volver atrás” salvo que el gobierno reconozca su error al precio de un costo político diferente del que ya está pagando. Tal vez hubiese sido mas económico para todos que se hubiese encargado un discurso legitimador de la inflación.




Fuentes:

- Índice de Precios al Consumidor Gran Buenos Aires base = 100. Metodología N° 13. INDEC.
- Índice de Precios Al consumidor Del Gran Buenos Aires Base =100. IPC GBA. Guía Para El Usuario. INDEC.




*Ciencias Sociales. Abril de 2007/Revista de la Facultad de Ciencias Sociales N° 66/UBA.
**Profesor Regular Titular de Sociología General con extensión Área Teoría Sociológica. Carrera de Sociología. FCS. UBA. Ex director de la Carrera de Sociología. FCS. UBA. Profesor de Teoría Sociológica. FLACSO Buenos Aires y Rosario. Ex Director de la Carrera de Sociología. FCS. UBA.
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martes, 12 de junio de 2007

Artículo 19

"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."


Hoy, 12 de junio, el conflicto entró en una nueva etapa. Finalmente sucedió lo que muchos temían: aprovechando su condición precaria de contratación, se cesanteó a una trabajadora del IPC. Esta persona viene cumpliendo tareas que son parte del operativo, en las oficinas del INDEC. Como tantos otros, es una empleada en relación de dependencia encubierta, contratada en forma precaria por el Estado.

Esta decisión denota un cambio cualitativo en la posición de las autoridades ante las personas que mantienen su independencia intelectual: En este caso particular la trabajadora despedida es testigo en las causas judiciales y participó en asambleas y marchas. Por otro lado, su desempeño laboral es más que satisfactorio, según fuentes del sector.

En resumen: o bien estamos ante una situación de amedrentamiento para los testigos, o bien ante una persecución ideológica para quienes se manifiestan críticamente en público. O, peor, las dos cosas juntas.

Como venimos denunciando, mientras se habla de recuperación de transparencia, se castiga a personas que toman posiciones críticas y que se muestran éticamente comprometidas con su labor y dispuestas a discutir abiertamente. Es más, frente a testigos, ante un primer reclamo, se le sugirió modificar su declaración como condición para negociar su permanencia.

La reacción de los trabajadores fue inmediata y contundente. A los pocos minutos de conocida la noticia, el piso fue invadido, en reclamo por la inmediata rectificación de la medida, demostrando que no se va a aceptar que se eche a ningún trabajador por ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones ante la justicia.

A partir de esta acción, y con la intención de descomprimir la situación, el Director, retractó parcialmente la medida, prometiendo la reubicación de la trabajadora en otro sector. A pesar de esta concesión, el episodio profundizó profundizó las tensiones llevando el conflicto a una nueva instancia, con los trabajadores en la calle, denunciando esta nueva provocación.

Mientras ocurre todo esto, en el compilado de recortes periodísticos que se publica en la intranet diariamente, ya no aparecen todas las noticias que se publican acerca del conflicto, como si con esto se pudiera lograr que las noticias no circulen. También llama la atención que funcionarios de carrera se presten a estos manejos teniendo en cuenta que está prácticamente demostrado por el Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas, Dr. Manuel Garrido, que se están cometiendo delitos -hecho que está siendo corroborado por el Fiscal Federal Dr. Carlos Stornelli- con la consecuente posibilidad de quedar involucrados como encubridores.
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domingo, 10 de junio de 2007

El plan Estratégico

Desde el comienzo del conflicto quienes denunciaron y enfrentaron la Intervención y Manipulación de Información fueron los trabajadores agrupados en asamblea, diferenciándose de las autoridades, verdaderos responsables y los únicos que podrían haber hecho frente a las presiones políticas.
En estas líneas, presentaremos una serie de reflexiones con respecto a la crisis del INDEC y, en particular, al "Plan estratégico de Jerarquización" presentado por las nuevas autoridades.
Este plan estratégico utiliza reivindicaciones sindicales de larga data, programas que formaban parte del cronograma y otras propuestas que, en un contexto normal, podrían ser positivas. Sin embargo, en una situación de crisis como la actual resultan espurias, debido a que no reconocen el verdadero problema e intentan correrlo de foco. Sin embargo, lo reconocen implícitamente en este proyecto al plantear la necesidad de una canasta "de emergencia"(Ver "Acerca de los cambios metodológicos"), pero el objetivo no es lograr la transparencia enunciada, sino encubrir la manipuación con justificaciones oscuras. Otro objetivo velado de este plan es consolidar posiciones en el Instituto, inundándolo con funcionarios adictos y extendiendo el estado de intervención a otras áreas, con el fin de neutralizar las consecuencias de la peor crisis en la historia del Instituto y los costos políticos que implican.
La cristalización de esta situación de intervención generalizada, evidentemente no aporta a la recuperación de credibilidad sino al vaciamiento de contenido técnico de la institución, con lo que peligra el sentido del Instituto de Estadística y por ende, su propia existencia. Este vaciamiento se produce a partir del nombramiento de personas no idóneas en cargos jerárquicos y de la prioridad de los argumentos políticos por sobre los técnicos, hecho que precipita la pérdida de incentivos para la labor ética y técnicamente responsable.
Si bien en un principio la manipulación estuvo impulsada desde la Interventora, la lógica autoritaria de funcionamiento que no responde a criterios técnicos, se va extendiendo y profundizando. Esto quiere decir que la separación de la Interventora de su cargo, si bien descomprimiría la situación y significaría un triunfo de las exigencias de los trabajadores, en los hechos, no solucionaría por si sola la crisis.

La necesidad de recuperar credibilidad pone en evidencia la existencia de factores que la erosionan. No existe posibilidad de recuperarla sin atacarlos seriamente. Por ello, consideramos que los pasos necesarios para la solución de la crisis y la recuperación de la credibilidad son:

  • La separación inmediata de la interventora, sus colaboradores y los cómplices internos de sus cargos.
  • Vuelta a la metodología vigente hasta diciembre 2006 para la medición del IPC
  • Garantizar la Independencia Intelectual de los trabajadores
  • Realización de una Auditoria por parte de expertos reconocidos avalados por los trabajadores
  • Investigación de las responsabilidades Internas

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miércoles, 6 de junio de 2007

Acerca de los argumentos falaces

Hace ya cuatro meses de la intervención del IPC y de la difusión periódica de índices oficiales adulterados. Desde el principio, los medios de comunicación informaron sobre los hechos que iban ocurriendo en el Instituto. Cada vez que el INDEC publicó datos sobre el indicador de inflación, se escucharon voces de sospecha, a la vez que los trabajadores denunciaban lisa y llanamente una manipulación del Índice. Sin embargo, nos preocupa el hecho de que a la vez existan casos, y muchas veces en los mismos medios que manifiestan las sospechas, que intentan encontrar explicaciones "técnicas" para dar cuenta del comportamiento del indicador: su evolución, las diferencias entre productos y las diferencias entre provincias. No es aceptable ningún análisis que no contemple, al menos, la posibilidad de manipulación. Es más: a esta altura, ya es evidente que la única explicación viable que se encuentra detrás de las inconsistencias de los Índices de Precios de Consumo, tanto el del GBA como el Nacional, es la manipulación grosera. Es sorprendente que algunos funcionarios y comunicadores se ridiculicen negando lo evidente.
La pregunta es si quienes realizan estos estudios son los pocos inocentes que aún creen en el IPC o si dándole entidad de realidad son parte, por desidia o interés, de una puesta en escena grotesca. Sea cual sea su motivación, fortalecen una retórica que, construyendo una realidad paralela, descuida y pretende hacernos olvidar los hechos, que siguen su curso.
Es innegable la fuerza con la que se está intentando imponer esa visión distorsionada. Pero es imprescindible que cada actor en este conflicto mantenga su capacidad de discernir y no convalide hechos que, con el tiempo, inevitablemente caerán por su propio peso.

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Esperamos comentarios

Nos interesaría recibir comentarios y opiniones sobre las notas, como así conocer sobre qué temas sugieren que se escriba.
Recordamos que el objetivo de este blog es aportar a la difusión de información precisa sobre la crisis del INDEC y colaborar con cualquier intento en este sentido.
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