sábado, 1 de marzo de 2008

El default interno

Mucho se habló desde la intervención sobre el dinero que supuestamente se ahorraba el gobierno por cada punto de inflación que no reconocía: una parte importante de la deuda pública Argentina se encuentra indexada por el CER (que no es más que una aplicación del nivel general del IPC). Esta es una de las líneas preferidas para "buscarle un motivo" a la intervención, y consistió en ponerle valor a cada punto de inflación "ahorrado". Aunque ese intento de argumento es muy discutible (falta que alguien analice en detalle si la confianza pérdida (la baja cotización de aquellos bonos, el crecimiento del riesgo país y el alto costo del nuevo endeudamiento) no compensa ya al "dinero ahorrado"), fue utilizado en varias oportunidades por miembros del gobierno. Pero en este artículo nos ocuparemos de otro tema: realizaremos un ejercicio en el cuál estimaremos la otra cara de lo que podría denominarse "default estadístico": cuánto incide en la masa salarial del país cada punto de inflación no reconocido.

Si bien cada gremio negocia sus aumentos y calidad laboral por distintas vías, con el objetivo de cuantificar la pérdida de dinero para el sector asalariado estimaremos cuánto significa cada punto negociado por debajo de la desconocida inflación real de 2007. Para realizar este ejercicio, tomaremos la distribución funcional del ingreso del año 2006 y, a aplicando la proporción al PBI de ese año, calculamos cuánto dinero les correspondió a los trabajadores en el año 2006. Para que en 2007 la masa salarial (salario medio X cantidad de trabajadores) sirva para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que en 2006, ésta se tendría que haber incrementado tanto como la inflación real*. Si la recomposición salarial de 2007 se fija en un valor menor, la masa salarial perdería poder adquisitivo en relación a 2006.
El PBI de 2006 fue de 654.439 millones de pesos y la participación de los trabajadores en dicho producto fue del 41.3% según los datos oficiales. Es decir, que estaríamos hablando de una masa salarial de 270.283 millones de pesos. El 1% de tal valor es 2.703 millones de pesos y es el dinero que perdería la clase asalariada en su conjunto por cada punto porcentual de inflación no reconocido en la recomposición salarial promedio del conjunto.
La conclusión de los números es contundente. Cada punto por debajo de la inflación real (La cuál nadie conoce y los técnicos del INDEC estiman entre 22,3% y 26,2%) que se arregle la recomposición salarial del año 2007, implica un volumen de dinero que casi duplica al que no se paga a los "bonistas" (1.620 millones) por cada punto dibujado. Es verdad que a los bonistas no les van a reconocer entre 13,8 pp 17,7 pp y (22.356 y 28.674 millones de pesos respectivamente) en 2007 y difícilmente los gremios acepten aumentos pautados con las estadísticas oficiales como referencia. Pero el objetivo manifiesto del gobierno de "frenar maniobras especulativas", sin embargo, no habrá sido logrado ya que la caída en las cotizaciones de los bonos mejora los rendimientos de los negocios a partir de éstos y crea un clima especialmente propicio para las inversiones especulativas: es difícil "combatir al capital" sin ponerse los pantalones largos; la lucha contra la especulación requiere de instituciones fuertes y activas, no de instituciones obsecuentes e inoperantes. Por el lado de los gremios, si siguieran la pauta de los camioneros de Hugo Moyano y tuvieran su "poder persuasivo" negociando 19,5%, "el robo" a la recuperación de poder adquisitivo del sector asalariado sería entre 2,8 pp y 6,7 pp (7.568 y 18.110 millones de pesos respectivamente).
El gobierno podría argumentar que dar aumentos mayores implica una realimentación del proceso inflacionario. Pero estamos hablando de recuperar poder adquisitivo que los trabajadores tenían en Diciembre de 2006. Para 2008 el panorama es peor, con un "nuevo Indice" que no parece contener sustento metodológico serio, difundido a través de una crítica edición especial de Clarín(1 2 3 4 5 6). Todo indica que la clase trabajadora sería quien termine pagando una importante parte del costo de la manipulación del IPC de 2007, 2008 y... Y es lamentable que un gremio como UPCN sea el que garantice en el "frente interno" esta gigantesca estafa a sus propios afiliados, y al resto de los trabajadores.
Lo curioso de todo esto es que el país está viviendo una bonanza económica de crecimiento sostenido hace varios años, impulsada por la coyuntura externa excepcional, y contando con una cantidad de reservas récord. Es decir, si en una coyuntura como la actual la clase trabajadora tiene que resignar su poder adquisitivo, ¿cuál es el beneficio del crecimiento para los sectores populares? Un momento como el actual debería ser aprovechado para realizar las reformas estructurales que el país requiere, y parece estar dejándose pasar la oportunidad, despilfarrando los recursos en una pelea insensata, sosteniendo un modelo de gestión que no sondea la realidad ni se preocupa por ésta para tomar las decisiones. Estafando a diestra y siniestra, el gobierno parece dirigirse hacia un callejón que se achica cada vez más y corre el riesgo de ser aplastado.

* Esto no significaría que cada trabajador pueda adquirir la misma cantidad de bienes y servicios porque la masa salarial pudo haberse modificado tanto por cambios del salario medio como por fluctuación en la cantidad de trabajadores. Por otro lado, en este ejercicio no se plantea ningún supuesto acerca de la evolución de la distribución funcional del ingreso ni del PBI para el año 2007 ya que no existen datos confiables en este período.


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