sábado, 1 de septiembre de 2007

La guerra es la paz

Esta semana, la peor crisis de la historia del Instituto Nacional de Estadística y Censos entró en una etapa de definiciones. Durante la semana se esperó con expectativa la firma del acta de Intención acordada originalmente para el martes 28 entre Yasky (líder de CTA) y Fernández, Jefe de Gabinete de Ministros. Dicha firma se dilató y se concretó, finalmente, el viernes 31. Sin embargo, en paralelo y continuando con la lógica del doble discurso, la Intervención se fue profundizando y ampliando.

Ya la semana pasada, cuando tras un día de demora se publicó el anticipo del Estimador de Actividad Industrial, se dio a conocer un cambio metodedológico (nobleza obliga, al menos público) que permitía disimular los efectos de la denominada crisis energética. Mediante el argumento de que la Industria de siderúrgica estaba realizando inversiones, decidieron forzar la metodología de tal indicador y excluir dicho sector de la medición. Dichos cambios, se confirmaron esta semana, junto con la aparición de dos nuevos “asesores” de la Directora: Hernán Brahim y Jorge Nuñez, mercenarios sin antecedentes en la producción estadística y con trayectorias ligadas a Moreno y al encauzamiento coercivo de situaciones problemáticas para el gobierno. Estos asesores comenzaron a entrevistar a técnicos de Cuentas Nacionales y de Estadísticas de Servicios Públicos. Mientras que a los responsables de Indicadores de publicación inminente, se los presiona de forma directa para “acomodar” los resultados (hecho que desencadenó el alejamiento de Antonio Rodríguez, responsable del indicador de Servicios Públicos) en las otras entrevistas se busca ablandar la posición de los técnicos a través de la intimidación, de forma de allanar el camino a futuras manipulaciones. Estas formas de acción replican el modo utilizado para la Intervención del IPC: el primer paso son las objeciones sobre criterios metodológicos con fundamentos muy discutibles, solamente aplicadas a resultados que no reflejan las expectativas oficiales. Dada la experiencia en ese sector y en la EPH, no sería extraño que intenten desplazar a las personas que muestran resistencia, sin importar el resentimiento de los operativos y que se promueva a gente inescrupulosa. A la renuncia de Rodríguez esta semana, se suma la de la Directora responsable de Estadísticas Sociodemográficas, Alicia Maguid, confirmando una tendencia al éxodo de técnicos responsables que no están dispuestos a seguir colaborando en un Instituto que sigue perdiendo credibilidad por la acción del Gobierno.

En la EPH y el IPC, los trabajadores no recuperaron sus accesos informáticos y siguen desplazados de sus tareas a pesar de haber vuelto a sus puestos de trabajo luego del paro. A pesar de haber sufrido reformas recientes, en el sector del IPC se han presentado nuevos proyectos de modificaciones espaciales: para reducir el espacio del Indice de Precios Nacional y para permitir la instalación de una representación especial de UPCN en el piso, probablemente para justificar la innecesaria presencia de delegados de ese gremio en el sector.

Evidentemente, más allá del importantísimo gesto político que implica la firma del acta de la cual el Presidente se manifestó garante, la situación en el INDEC es caótica, y el sinsentido se ha esparcido por todos los sectores. Es absolutamente necesario que se haga valer el espíritu de este acta y comience la retirada de la Intervención. Los trabajadores han mostrado mesura en las exigencias y disposición al diálogo con el objetivo de destrabar el conflicto, pero no están dispuestos a dejar de lado la principal demanda que es el cese de la intervención política en el Instituto y la recuperación de la metodología y los espacios técnicos de discusión. El contenido del acta evidencia presiones que existieron en el ínterin y lo único que asegura, además de la apertura de un canal de diálogo, es el cese de las medidas disciplinarias. Deja abierto un amplio espacio en el que los trabajadores deberán hacer valer sus exigencias. En definitiva, el hecho de que el jefe de gabinete reconozca que la producción de estadísticas constituye un elemento crucial para el buen manejo de las políticas y a la vez permita, por acción u omisión, la destrucción del Instituto, le resta credibilidad a su investidura y, por ende, al gobierno que representa.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que el acta que se hace mension en esta nota firmada el viernes no repsenta para nada las necesidades de los que trabajamos en el instituto, me siento traicionada por la conduccion de ATE.

Anónimo dijo...

Será posible que todos los de UPCN tengan faltas de ortografía!! Ni hace falta que firmen los comentarios, si tienen errores, seguro son de ellos...

Anónimo dijo...

Francamente, lo único que me parece relevante del acuerdo firmado es la anulación de los descuentos salariales aplicados a los trabajadores que estaban de paro, si es que esto efectivamente se concreta. Todo lo demás es puro verso.

Porque, ¿alguien puede tomar en serio la firma de un acuerdo en el cual no estuvieron presentes ni los delegados de ATE-INDEC ni la Directora Ana María Edwin?

El absurdo es tal, que se presenta a la firma el ministro Peirano quien, es sabido, no tiene ninguna injerencia ni control alguno sobre lo que está pasando en el organismo. En cambio, todos saben que quien ha tomado la total conducción del INDEC es Guillermo Moreno, que no reporta ni a Peirano ni a Fernández, ni tampoco firmó el "acuerdo".

No sólo no hay ninguna intención de cambiar el actual estado de cosas, sino que los personeros de Moreno, que cada vez son más, están avanzando sobre todas las áreas del instituto, como ustedes mencionan en esta entrada.

He dicho, en un comentario anterior referido al desplazamiento de la directora de la EPH, que íbamos a ver mayores desatinos con el correr del tiempo y eso está ocurriendo a pasos agigantados.

La intención de Moreno (o sea de Kirchner) es "acomodar" todos los indicadores que produce el organismo a los niveles o tendencias que reflejen el sendero deseado por el gobierno, cualquiera que sea. Ninguna estimación o resultado de una compilación de datos, procesamiento de encuestas o estadística derivada, quedará a salvo de la intervención del comisariato político de Moreno y sus secuaces.

Ya lo decía el "primer trabajador": "cuando no se quiere resolver un problema, se forma una comisión".

La situación es gravísima, tanto que puedo asegurarles que en el sector público no se veía algo así desde la dictadura militar y, definitivamente, nada igual en el INDEC.

Tal vez lo mejor sería aplicar el "teorema de Felipe (Sola)", o sea, durar haciéndonos los boludos, por dos motivos: esta gente es capaz de hacer mucho daño personal, por un lado,y, por otro, especulando con que esto no puede durar mucho tiempo más, aunque ese tiempo se mida en varios meses.

Anónimo dijo...

El acta firmada traiciona todo lo que vinimos haciendo los trabajadores. En suma, la dirigencia de ATE no estuvo a la altura de las circunstancias en comparación a todo lo que hemos y estamos aguantando los trabajadores. La dignidad no se negocia y los acuerdos no deben remitirse a cuestiones de espíritu sino a razones objetivas. Con esto pasamos de la dignidad al papelón. Qué apuro había para firmar si el problema es del gobierno? En la mesa técnica el gobierno nos va a blanquear que adulteró los datos? En ese caso habría que invitar al fiscal a las reuniones con ellos. Dónde dice explicitamente en el acta que Paglieri y CIA se van a ir ya del INDEC? Acaso no es éste el motivo de la lucha? Ni siquiera el acta refiere a un concurso inmediato. Además en nombre de la modernización se han hecho barbaries y la dirigencia firmó sin consultar en una asamblea una acta que le da tiempo al gobierno para continuar con su objetivo de disciplinar a los trabajadores.

Anónimo dijo...

No podrian publicar el acta en este blog para que todo el mundo pueda leerla?

Anónimo dijo...

Evidentemente, el acuerdo alcanzado es a ganancia pura para el Gobierno. Pero, cabe preguntarse qué ganaron ATE/CTA con el mismo, porque no podemos ser tan ingenuos en pensar que se trata de la pequeñez (medida según el centímetro del poder)de proteger a los trabajadores de los miserables descuentos que quiso instrumentar esta más que miserable conducción del Instituto.
Por otra parte, acuerdo con el anónimo que afirma que esta gente es capaz de hacer mucho daño personal. Para muestra, basta un botón, aunque sea pequeño y de bajísima calidad. Me refiero al tradicional comportamiento en el Instituto con sus subalternos, de los mediocrísimos amigos de la actual directora del Indec (esos con los que vacaciona y comparte fines de semana).

Anónimo dijo...

No alcanzo a darme cuenta para qué firmaron el acta si todo sigue igual o peor